Según el relato de los afectados, los malvivientes cortaron los candados del portón principal, forzaron el acceso al inmueble y se llevaron el biciclo que se encontraba estacionado en el patio, propiedad de uno de los inquilinos.
Lo llamativo del caso es que la vivienda contaba con un sistema de seguridad reforzado, que incluía cámaras de vigilancia, alambres de púas y vidrios cortados sobre los muros, elementos que no fueron suficientes para evitar el robo.
Vecinos de la zona expresaron su preocupación por el aumento de este tipo de hechos, ya que los denominados “robamotos” actúan con rapidez y violencia, incluso en lugares aparentemente seguros.
Las autoridades ya fueron notificadas del hecho, y los residentes exigen mayor presencia policial y medidas concretas para frenar la ola de inseguridad que afecta a la ciudad.