Con ayuda solidaria reconstruyeron una de las canchas de volley del Buen Pastor. Esta es solo una de las muchas contribuciones realizadas por un grupo de voluntarios que, cada miembro en su especialidad, aportó un granito de arena para cambiar la realidad de las mujeres privadas de libertad.
«Las mujeres recluidas en la penitenciaría son personas como cualquiera de nosotros, algunas con un contexto familiar complejo, otras no tuvieron oportunidades y la falta de personas que las orienten son solo algunos de los elementos que las condujeron a tomar decisiones equivocadas», comentó Vivian Ocampos, coordinadora del área salud de Corazón libre.
Ella recuerda que una de las mujeres privadas de su libertad le dijo que de la cárcel, la gente puede decir lo que quiera y que puede ser un infierno estar tras rejas, pero «ahí aprendió a ser mamá».
Corazón libre es un proyecto social que nació en el 2016 con un grupo de jóvenes del Movimiento Peregrino, con el objetivo de asistir a las reclusas del Buen Pastor. Con el tiempo se sumaron más voluntarios fuera del movimiento. Se trata de profesionales que ayudaron al crecimiento y con ellos fue estructurándose el equipo. Actualmente cuentan con 9 áreas de trabajo como son: salud, educación, deportes, trabajo, espiritualidad, comunicación y prensa, donación y finanzas, ámbito legal, y deporte.
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De las casi 500 mujeres, la mayoría participa de alguna actividad de estas áreas de trabajo citadas y el porcentaje de participación es altísimo. Como se cubren varias áreas, se llegan a muchas personas, es decir, si a una rea no le gusta espiritualidad, se va al grupo terapéutico de psicología o se va a jugar un partido. Todo se realiza con autorización del Ministerio del Trabajo. Incluso retiros espirituales ya pudieron hacer.
En el área salud, del cual es parte Vivian, durante este año hicieron terapias psicológicas cada 15 días, además de charlas, también actividades como zumba, yoga y chequeos médicos. “También tenemos un plan de tratamiento de adicciones y rehabilitación que está terminado pero estamos en proceso de buscar el financiamiento”, refirió.
También se trabaja con los niños del sector Amanecer en donde se logró fomentar el vínculo con las mamás. Clases de apoyo escolar, actividades recreativas, cumpleaños y juegos didácticos son parte de la agenda desarrollada en el año.
El área deportiva se propuso la meta de reconstruir una de las canchas de voley del penal, ya que es una de las actividades deportivas más importantes para ellas. Pero para lograr esto requería mucha inversión, por ello se realizó una campaña a través de la redes sociales donde la gente colaboró, aportó y se logró la meta. La cancha fue reinagurada, se reconstruyó el piso por completo, se pintó como corresponde y fue entregada como un espacio nuevo a las mujeres.
Corazón Libre para sostenerse financieramente realiza una rifa al año y con lo recaudado administra sus proyectos.
“Necesitamos más voluntarios, en enero queremos reclutar más” afirmó Ocampos.
Según los datos de la organización la penitenciaría ya supera su capacidad de albergue y no hay garantías de rehabilitación o reinserción social, con instalaciones insalubres donde viven más de 30 niños en condiciones de vulnerabilidad.
Las personas que quieran contactar con este grupo pueden hacerlo a través del email corazonlibrebp@gmail.com o seguirles en Instagram o en Facebook.
Gracias a los trabajos de costura que realiza en la cárcel, concreta este sueño ?? «Uno tiene que saber manejar lo poco que tiene y va a salir adelante» ??#NPY #NosConectahttps://t.co/LdsYPRArpe— NPY Oficial (@npyoficial) September 11, 2019