El presidente Santiago Peña expuso este martes ante el Congreso su segundo informe de gestión, luego de haber presentado previamente sus logros al Partido Colorado. Sin embargo, lo hizo nuevamente después de rendir cuentas, en primer lugar, a la Asociación Nacional Republicana (ANR), liderada por el exmandatario Horacio Cartes, lo que generó fuerte malestar en sectores de la oposición.
Esta es la segunda vez que Peña prioriza al Partido Colorado por sobre el Congreso, gesto que fue interpretado por referentes opositores como una señal de sumisión al poder partidario, debilitando así el carácter institucional de su rol como jefe de Estado.
Durante su discurso, Peña no evitó confrontar con sus críticos. Respondió a la ausencia de legisladores opositores, cuestionó a sectores de la prensa y defendió la legitimidad de su gobierno: “Algunos críticos que nunca enfrentaron una elección partidaria hablan de una aplanadora. Esos mismos olvidan que hoy tenemos el Congreso más democrático de nuestra historia”.
También apuntó contra figuras que, según él, buscan influir en la política “desde sus cómodas oficinas y grupos empresariales”, y pidió “poner el bien común al centro de los esfuerzos”.
Peña aprovechó la ocasión para enumerar logros de su administración: reducción de la pobreza, inversiones en salud y vivienda, avances en seguridad y programas sociales. Anunció además una futura ley de transformación del transporte público y celebró la armonía con el Poder Legislativo, destacando la ausencia de intentos de juicio político, en contraste con administraciones anteriores.
El mandatario volvió a exaltar al Partido Colorado, al que describió como pilar del Estado social, y dijo que su gobierno apuesta por una economía de mercado con sensibilidad social. Reivindicó programas como Hambre Cero, Che Róga Porã y Tekoporã Mbarete, además de obras en salud pública y seguridad.
Pese al tono triunfalista, afuera del Congreso se vivió otra realidad: médicos agremiados denunciaron haber sido amedrentados por la Policía y se les impidió llegar a la sede legislativa para protestar por mejoras salariales. “Esto nunca se había visto, el trato que se nos da a los médicos”, afirmó la vocera Rossana González.
La jornada también estuvo marcada por una amplia presencia de figuras coloradas en el acto protocolar, entre ellos ministros del Ejecutivo, legisladores oficialistas y aliados políticos. Sin embargo, el vacío opositor y las críticas por el alineamiento partidario de Peña marcaron el trasfondo de una rendición de cuentas que, más que unir, volvió a reflejar las divisiones profundas en la política paraguaya.