Esta red, que operaba con su base principal desde la Penitenciaría de Encarnación, generó un perjuicio económico que supera los 200 millones de guaraníes en denuncias formales y se estima en más de 500 millones incluyendo los casos no reportados.
El procedimiento policial, que prevé un total de diez objetivos en la mañana, ya ha logrado la detención de los tres primeros individuos en la vivienda donde, aparentemente, residían los “brazos ejecutores” de la organización. La investigación reveló que la estrategia central de la estafa comenzaba con llamadas desde la cárcel de Encarnación para obtener datos de las víctimas. Posteriormente, la red falsificaba cédulas de identidad de los afectados y procedía a reactivar líneas telefónicas con su nombre en otros dispositivos.
La técnica de “SIM Swapping” implica la duplicación de la tarjeta SIM de la víctima, dejando su línea original completamente desactivada y sin señal. Una vez que los ciberdelincuentes obtienen control de la línea duplicada, acceden a códigos de verificación y, con ello, a cuentas bancarias de las víctimas para realizar diversas transacciones financieras. Además, utilizan la línea para hacerse pasar por el propietario, pudiendo recibir llamadas o mensajes de WhatsApp, engañando a terceros.
Este tipo de estafa ha resultado ser muy lucrativo para los criminales, con “muchísimas transacciones” realizadas, acumulando el considerable perjuicio económico mencionado. Ante la creciente sofisticación de estos delitos informáticos, se subraya la importancia de que la ciudadanía esté informada sobre cómo actuar, por ejemplo, en caso de robo de celulares, y la necesidad de anular debidamente los chips para evitar que se desencadenen este tipo de fraudes.