Desde tempranas horas de la mañana, la Plaza Uruguaya se llenó de docentes provenientes de todo el país. Este punto de partida sirvió para una asamblea inicial donde voceros expresaron sus diversas reivindicaciones. Posteriormente, marcharán hacia el Ministerio de Economía, con la expectativa de entablar un diálogo y alcanzar un acuerdo que pueda poner fin a la medida de fuerza. La continuidad de la huelga para mañana dependerá directamente de las decisiones políticas que surjan de las conversaciones.
Entre los principales pedidos de los educadores, destaca el reajuste salarial, que, según expresaron, no se ha podido concretar a pesar de reuniones previas con el gobierno durante el fin de semana. Además del aspecto salarial, los docentes enfatizan la necesidad de una mayor inversión en educación, señalando que hace incluso cuatro años no se ha invertido adecuadamente en la política educativa del país. Las demandas no solo benefician directamente al trabajador, sino que también buscan mejorar la educación pública en general, incluyendo mayor y mejor infraestructura, capacitación docente e internet en las instituciones educativas, servicio que a menudo los padres deben costear. Otros beneficios específicos solicitados incluyen la carrera docente, el pago por inflación y beneficios por maternidad.
La huelga generó preocupación entre los padres debido a la suspensión de clases y su impacto en el almuerzo escolar, en el marco del programa “Hambre Cero”. Al respecto, la señora Blanca Ávalos, representante docente de la OTEP-SN, manifestó que la lucha no es por “deporte”, sino que agotaron todas las instancias y que no es culpa de los maestros que 100 niños dejen de recibir el almuerzo escolar.